Luna verde, c. 1960

Biografía:

Gambartes, Leónidas (1909-1963)
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Luna verde, c. 1960
Cromo al yeso, 60 x 75 cm
Colección Betty y Gregorio Gordon, Buenos Aires

"Yo creo que pinto el sentimiento de la superstición, de lo mágico, de la memoria de la tierra, las formas y colores que ésta suscita, la vida cotidiana de cierto tipo de gente de nuestro país (me refiero a la gente más arraigada de nuestro medio, la que de alguna manera ya es América) y trato de expresar en el ámbito de mi ambiente del litoral lo que éste tiene de nacional, su fondo mítico, profundo... que está en el fondo anímico de las gentes y que por allí se conecta con el hombre universal".
Así definió su horizonte artístico Leónidas Gambartes, uno de los artistas más originales de la plástica argentina. Gambartes nació y trabajó hasta su muerte ocurrida en 1963 en Rosario. En 1933 comenzó a trabajar como dibujante cartógrafo —actividad que hizo hasta el final de su vida— y en ese mismo año fundó con otros jóvenes la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos de Rosario, dirigida por Antonio Berni que había vuelto de Europa. En 1942 realizó la primera exposición individual en Amigos del Arte de Rosario y en la Galería Muller de Buenos Aires. La lectura del Universalismo Constructivo de Joaquín Torres García marcó a partir de 1944 un punto de inflexión en lo plástico y en lo temático, organizándole la composición y volcándolo a lo americano a partir de lo litoraleño.
En 1950 fue miembro fundador del grupo Litoral que se constituyó en Rosario, y que nucleó a artistas con estilos diferenciados pero que tenían la misma preocupación por plasmar al hombre y la tierra de las riberas santafesinas del Paraná.
Gambartes supo adaptar la modernidad plástica a un fondo ancestral de signos, símbolos, ornamentos y figuras de las artes indígenas y precolombinas. La fuerza de su originalidad consistió en que supo traducir con los lenguajes artísticos de nuestro siglo el mundo mágico de los sectores populares.
La recreación de esas creencias alimentadas con fondos míticos muy antiguos, como la de Luna verde, estuvo acompañada por una innovación técnica: utilizó la técnica del "cromo al yeso", mediante el enduido previo del soporte con yeso y cola, aplicado con espátula y pincel y luego lijado. Después de aplicar sobre este fondo pintura a la acuarela o al óleo, lo rayaba y punteaba con el cabo del pincel o con instrumentos agudos, y lograba movilizar las superficies obteniendo insólitas calidades de textura y color.
Con medios absolutamente pictóricos tradujo toda la sugestión mágica de los payés y sus amuletos, de las curanderas y sus conjuros, de las oscuras potencias de la tierra, de esa materia mágica milenaria que alimentó el imaginario de las sociedades litoraleñas.

Ana María Telesca