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Sin título, 1979

Robirosa, Josefina

Óleo sobre tela, 230 x 170 cm

Biografía:

Josefina Robirosa (1932-2022)
Premio Konex 2012: Artes Visuales / Mención Especial por Trayectoria

Nació el 26/05/1932. Premio Konex Mención Especial 2012. Su trayectoria abarca más de cincuenta años y atravesando por diversas etapas. Sus obras se encuentran en las colecciones del Museo de Bellas Artes, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, la Colección ITT de Nueva York y la galería Albright Knox en Búfalo, EE.UU., junto con numerosas colecciones internacionales. Entre sus exposiciones más importantes figuran la muestra curada por Jorge López Anaya en Ruth Benzacar en 1987; una retrospectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, curada por la Dra. Gutiérrez Walker en 1997; y la importante exhibición en la Sala Cronopios en 2002, entre muchas otras. En el 2010 fue declarada ciudadana ilustre de la ciudad de Buenos Aires. En 2012 se publicó el libro Josefina Robirosa por Ediciones Vasari, una investigación exhaustiva de la obra de la artista, el libro muestra el desarrollo de las diferentes etapas de su extensa y destacada carrera. Falleció el 20/05/2022.

 


Comentarios:

Sin título, 1979
Óleo sobre tela, 230 x 170 cm
Colección Oscar Araiz, Buenos Aires

Esta obra corresponde a una etapa dentro del desarrollo artístico de Josefina Robirosa que con interrupciones dura hasta la actualidad. Es el tema de los bosques. Vuelve la temática, recurrente en la artista, de la naturaleza.
Nació en Buenos Aires y pasó su infancia y gran parte de su vida en la zona suburbana norte de la ciudad de Buenos Aires. Cuando a los ocho años comenzó a descubrir el dibujo y la acuarela como medio para enfocar e intensificar la aproximación a la realidad, las primeras referencias fueron hechas a la naturaleza: una flor, el pasto, las abejas, las hormigas. En la adolescencia asistió al taller de Cata Mórtola de Bianchi y sólo un poco más tarde estudió tres años con Héctor Basaldúa.
La actitud, que marcará toda su trayectoria, es de búsqueda interior por una zona donde los signos más particulares se convierten en universales. Será difícil deslindar dos mundos en la obra de Robirosa. Es alguien que transita por dos orillas: interna/externa, lo que constituye un sello en su obra a través de un lenguaje de abstracción/figuración.
En la segunda mitad de la década del 5() comenzó a exponer en la Galería Bonino, de las principales de la ciudad, y en la que permanecería hasta que ésta cerró a fines de los años 70. Fundamentalmente, mostró monocopias y témporas: energías, formas internas/ externas de la naturaleza, no en su apariencia, sino en su constitución.
Participó en la misma época del grupo Boa, dirigido por Julio Llinás, que reunía a artistas diversos, que trabajaban en torno a prácticas surrealistas. En 1959 hizo su primera exposición individual en Bonino. A principios de los años 60 practicó un tipo de informalismo donde, a menudo, utilizaba el collage. Entre 1964-67 empezó a constituir un nuevo lenguaje compuesto por pintura plana, que a través de franjas de colores y manejo de volúmenes creaba un tipo de juego óptico con apoyo geométrico. Luego, al mismo procedimiento incorporó figuras humanas. Esto abarca un período de diez años aproximadamente. Muchas de estas obras se utilizaron como base de diseño en la realización de tapices. El final de la etapa lo señalan unos dibujos muy minuciosos. A través de las franjas, que "ataban" los cuerpos humanos, aparece la naturaleza: el mar, las montañas, los bosques, las nubes. Luego, las bandas desaparecerán y quedará liberada la naturaleza. Pero, esa liberación fue progresiva. A las formas naturales les otorga un tipo de organización. Son bosques. Los quita de su contexto habitual y los introduce en otro ámbito. Son paisajes abstractos que no dan referencias de lugares específicos, sino que son la continuidad del espacio interior del hombre.
En esta obra hay una ambigüedad: bosque-nubes-agua. Espacios que guardan la nostalgia de ser integrados.

Mercedes Casanegra