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Sin título (Mujeres en la playa), 1972

Seoane, Luis

Óleo sobre tela, 80 x 116 cm

Biografía:

Seoane, Luis (1910-1979)
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Sin título (Mujeres en la playa), 1972
Óleo sobre tela, 80 x 116 cm
Colección Nelly Perazzo, Buenos Aires

Criado en Galicia, donde llegó a recibirse de abogado en 1932, antes de volver a su Buenos Aires natal, Luis Seoane había realizado allá una actividad cultural notable.
"A Galicia debo —pienso— casi todo lo que se refiere a mi formación intelectual, que fue haciéndose de cultura popular heredada, consistente en mitos casi olvidados, supersticiones transmitidas, leyendas, y de la cultura de viejos cronicones, tan desacreditados en nuestra época".
Percibió además la magia y la poesía de los celtas, siguiendo cuya ruta penetró en el espíritu de la Europa medieval.
Sin reiterarse jamás, retomó Seoane sus temas. Su interés por lo popular abarcó desde las figuras de naipes y su pasión por el circo, a su preferencia por una temática de labradores y segadores, pescadores y marisqueras.
"O sea su arte fue popular por su punto de partida, popular por su temática, pero sobre todo, popular por su solidez esencial, por su contacto con el mundo, por su necesidad de apresar una y otra vez lo concreto y cotidiano; paisaje del entorno, hortaliza, fruta, pez, con respeto y amor por las cosas que rodean y sustentan al hombre. Ese hombre sin artificios de quien quiere escuchar atentamente la voz, comprender su lenguaje y expresar con limpidez".
Reteniendo ese sabroso carácter popular, se expresó con los medios de la pintura culta, a cuyas manifestaciones contemporáneas había accedido a través de su conocimiento de los expresionistas alemanes y el apasionado estudio de la obra de Picasso.
En sus pinturas suele indicar el espacio, sin recurrir a la perspectiva tradicional, dividiendo la composición en dos planos y reduciendo el tamaño de las figuras del plano superior como lo hacían los artistas románicos. Línea y color crean una estructura de poderoso equilibrio. "El color, de brillante esplendor, joven, juega con la línea, no la reconoce como contorno, se desencaja, se desplaza permaneciendo vinculado a ella a contracanto. Ni línea ni color son esclavizados por el tema, actúan de acuerdo a ritmos puramente plásticos, en arabescos suntuosos que evidencian la libertad del artista".
Sus murales enriquecen y emulan la potencia portante del muro. Hizo una treintena en Buenos Aires y otras ciudades argentinas con diversos procedimientos; resinas sintéticas, hierro, bronce, mosaico, cerámicas, relieves moldeados. Entre ellos se destaca el que hiciera en 1955 para el Teatro Municipal General San Martín de 11 x 33 metros.
Escribió varios libros de poesía, ensayo, teatro y narrativa. Hizo además numerosas carpetas de grabados, libros ilustrados y cartones para tapices.

Nelly Perazzo