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Rolando García

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2013 Ciencia y Tecnología
  Premio Konex de Honor

Rolando García
Premio Konex de Honor 2013: Ciencia y Tecnología

Nació el 20/02/1919. Premio Konex de Honor 2013. Se recibió de Maestro Normal Nacional en 1936 y Profesor Normal en Ciencias en la Escuela Normal de Profesores (hoy Escuela Mariano Acosta). Maestría en Meteorología en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, 1948) y doctorado sobre el Movimiento atmosférico en Condiciones Estacionarias (UCLA, 1953).

De regreso al país trabajó en la organización de la Universidad Nacional del Sur y del Servicio Meteorológico Nacional.

En 1957 asumió como Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (FCEyN), y, desde el primer día de gestión ejecutó un proyecto de modernización con fuerte énfasis en las tareas de investigación. Impulsó la creación de la Ciudad Universitaria, del Instituto de Investigaciones Bioquímicas en manos del Dr. Leloir, y del Departamento de Industrias de la UBA. Generó una Facultad departamentalizada, sin cátedras, con los primeros cargos de dedicación exclusiva del país. Logró que el CONICET comprara la primera computadora de Sudamérica, Clementina; que se creara el Instituto de Cálculo, a cargo del Dr. Sadosky; y que funcionara la primera carrera universitaria de computación en América del Sur. Impulsó la creación del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la UBA, en conjunto con la Facultad de Ingeniería. Fue también el primer vicepresidente del CONICET.

En 1966 enfrentó personalmente a la policía que ingresó a la FCEyN en la Noche de los Bastones Largos. Lideró entonces la renuncia del 75% de los docentes de la Facultad.

Emigró a Europa y México por persecuciones políticas en varias ocasiones, en cuyos viajes realizó importantes aportes en el campo de la epistemología y la fundamentación de la ciencia además de elaborar una teoría de los Sistemas Complejos que provee una fundamentación epistemológica a la investigación interdisciplinaria.

La FCEyN lo homenajeó en vida en varias oportunidades, la última en 2009 cuando al cumplir 90 años se le impuso su nombre a su Pabellón.

Falleció el 15/11/2012.

 

premios konexDe izquierda a derecha: Aldo Ferrer (Vicepresidente Fundación Konex), Luis Ovsejevich (Presidente Fundación Konex), Mario A. J. Mariscotti (Presidente Gran Jurado), por Rolando García recibió Jorge Aliaga, Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

 

Biografía ampliada

Rolando García había nacido el 20 de febrero de 1919 en Azul, Provincia de Buenos Aires. Se recibió de Maestro en 1936 y de Profesor Normal en Ciencias en la Escuela Normal de Profesores - Mariano Acosta en 1939. Uno de sus docentes, Vicente Fatone, le aconsejó estudiar ciencias exactas como requisito previo a introducirse en el mundo de la filosofía, como él deseaba. En el año 1941 comenzó a estudiar en la Facultad, pero mientras trabajaba en el Servicio Meteorológico Nacional  (SMN) ganó una beca para ir a estudiar a Estados Unidos. Allí Obtuvo una maestría en meteorología en la Universidad de California en Los Ángeles en 1948 y un doctorado sobre el “Movimiento atmosférico en condiciones estacionarias” en la misma universidad en 1953.

De regreso al país, Fatone lo invitó a colaborar en la organización de la Universidad Nacional del Sur, que estaba naciendo como la primera con estructura departamentalizada,y  luego se incorporó como Director General del SMN. En el proceso de reorganización de la UBA de 1957, mediante la aprobación de un nuevo estatuto universitario, impulsó su modernización junto con el grupo que finalmente apoyó al Dr. Riseri Frondizi como Rector.

Desde 1957 como Decano de Exactas llevó a la práctica lo que no se pudo concretar a nivel de la Universidad. Impulsó la creación de la Ciudad Universitaria, del Instituto de Investigaciones Bioquímicas en manos del Dr. Leloir, del Departamento de Industrias. Generó una Facultad departamentalizada, sin cátedras, con los primeros cargos de dedicación exclusiva del país, y logró que el CONICET comprara la primera computadora de Sudamérica, Clementina, y se dictara la primera carrera universitaria de computación en América del Sur. Apoyó el dictado de un curso de ingreso con el aporte tecnológico dado mediante la creación del Departamento de Televisión Educativa e impulsó la creación del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la UBA, en conjunto con la Facultad de Ingeniería.

También fue el primer vicepresidente del CONICET, en 1958. Allí, en conjunto con los Drs. Ciancaglini, Braun Menéndez y González Bonorino, impulsó una política para la institución que la ligara con la Universidad. Rolando creía que la investigación debía desarrollarse en la Universidad, dado que allí se formaban los futuros investigadores, teniendo posiciones encontradas con el presidente de la institución, el Dr. Houssay.

Su proyecto universitario contemplaba una primera etapa de consolidación de un ambiente de investigación básica, y un posterior desarrollo de la interrelación con el sector productivo nacional, que no llegó a concretarse plenamente. Durante su decanato fue cuestionado tanto por sectores estudiantiles de izquierda como por la derecha profesionalista de la Universidad. Rolando decía que los primeros lo criticaban porque no entendían su proyecto, y los segundos porque sí lo entendían. Fueron años intensos, con periódicas crisis nacionales tanto políticas como económicas. A pesar de ese contexto desfavorable, su tenacidad y genio lograron que él pudiera hacer realidad sus proyectos.

En 1966 enfrentó personalmente a la policía que ingresó a la Facultad en la Noche de los Bastones Largos, y como respuesta recibió un par de palazos. Lideró la renuncia del 75% de los docentes de la Facultad, creyendo que con esa medida se iba a poder revertir la intervención, lo que a pesar del apoyo internacional no se logró. Debió emigrar, y se instaló en el Instituto de Epistemología Genética de la Universidad de Ginebra, Suiza, donde trabajó en colaboración con Jean Piaget. Realizó importantes aportes en el campo de la epistemología genética,y en la fundamentación metodológica, teórica y epistemológica de la investigación interdisciplinaria aplicada a sistemas complejos. También fue consultor de la ONU, liderando el programa mundial de investigación atmosférica, primero realizado con el apoyo de satélites meteorológicos.

Regresó al país a principios de la década de 1970, y se integró como director al Consejo Tecnológico del Partido Justicialista, acompañado por destacados académicos de izquierda. Esa participación le implicó la crítica y enemistad de muchos colegas y alumnos que habían compartido el proyecto de la Época de Oro de la UBA, entre 1958 y 1966. Luego del Fallecimiento del Presidente Perón en el año 1974 debió emigrar nuevamente a Suiza, luego de sufrir amenazas.

En 1980 se instaló en México, primero en la Universidad Autónoma Metropolitana y luego liderando el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), UNAM. Con el regreso de la democracia, en el año 1983, regresó al país, fue designado Profesor Emérito de la UBA y se incorporó al Centro de Estudios Avanzados (CEA), pero luego de un año no encontró el trato y el reconocimiento que esperaba y se merecía, y retornó a la UNAM.

Exactas homenajeó a Rolando en varias oportunidades, la última en 2009 cuando al cumplir 90 años le impuso su nombre al Pabellón I, dejando de esta forma un reconocimiento permanente a su inmenso aporte a esta institución y al país. Falleció el 15 de noviembre de 2012 en la ciudad de México, junto a su mujer, la famosa experta internacional Dra. Emilia Ferreiro, su hija Valeria y su nieto, a la edad de 93 años.

El 20 de febrero de 2013, sus cenizas fueron esparcidas en el Río de la Plata, frente a Ciudad Universitaria. La ceremonia se llevó a cabo en el muelle principal del Parque de la Memoria y estuvo encabezada por su esposa, acompañada por un pequeño grupo de amigos. Sumado al homenaje familiar, la Facultad inauguró una placa conmemorativa de la vida y obra de Rolando García, que fue colocada en el ingreso al Pabellón I con el objeto de que su legado pueda ser reconocido por las nuevas generaciones. Ese mismo año fue reconocido con el Premio Konex de Honor a la figura fallecida más importante de la última década en la Ciencia y la Tecnología de la Argentina.

Rolando García sostuvo de manera coherente a lo largo de su vida los ideales humanistas de una sociedad más justa e igualitaria. Consideró que debía impulsarse el desarrollo nacional, y que en ese proyecto la ciencia tenía un rol destacado que cumplir. Queremos de esta forma plasmar nuestro agradecimiento a quien fuera el creador de la Facultad moderna que hoy conocemos.