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Arturo Oñativia

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1983 Ciencia y Tecnología
  Premio Konex de Platino
1983 Ciencia y Tecnología
  Diploma al Mérito

Arturo Oñativia
Premio Konex de Platino 1983: Bromatología, Nutrición y Tecnología de los Alimentos

Nació el 16/04/1914. Premio Konex de Platino 1983. Doctor en Medicina (UBA, 1941) especializado en Endocrinología. En 1958 fundó el Instituto del Bocio (actual Instituto de Endocrinología), pionera en la erradicación del bocio endémico en el país. Con el objetivo de resolver los problemas de desnutrición en el Noreste Argentino creó el Instituto de Investigación en Enfermedades Nutricionales y la carrera de Licenciatura en Nutrición. Fue Ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación (1963-65) en donde impulsó la ley de Reforma del Sistema Hospitalario Nacional y de Hospitales de la Comunidad, la creación del Servicio Nacional de Agua Potable y la Ley de Medicamentos que le daba al medicamento un carácter de bien social al servicio de la Salud Pública y de la Sociedad. Como investigador realizó 32 trabajos en revistas nacionales y extranjeras y participó de la redacción de libros sobre endocrinología. Miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la de Medicina de Córdoba. Recibió innumerables premios. Falleció el 01/04/1985.

 

premios konex
Luis Ovsejevich
(Presidente Fundación Konex), por Arturo Oñativia recibió Pedro Cattáneo.

 

Biografía ampliada

El Dr. Arturo Oñativia nació en Salta el 16 de abril de 1914. Realizó sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, allí obtuvo su doctorado. Fue médico, docente e investigador.

Su actividad médica asistencial comenzó en Clínica Médica en el Hospital Torcuato de Alvear y en 1942 ganó un cargo como médico endocrinólogo en el Hospital Rivadavia, donde su jefe fue el doctor Enrique del Castillo. Completó su formación de postgrado en endocrinología a través de innumerables cursos de capacitación y de intensos trabajos científico además se desempeñó como docente en ese mismo hospital.

Se destacaba por su capacidad de observación, su prolija minuciosidad en el examen clínico, tratando al enfermo como una persona cuya unidad psicofísica debe ser comprendida en forma integral. Este abordaje pone de manifiesto su profunda formación humanística.

Como investigador realizó treinta y dos trabajos que fueron publicados en revistas nacionales y extranjeras. Participó, además, de la redacción de libros sobre endocrinología y también en traducciones al castellano de varios libros de la especialidad.

Durante 15 años trabajó en distintos centros de salud de Buenos Aires hasta que en 1955, regresó a su Salta natal. Donde pueso en marcha del Instituto del Bocio y luego, el de Endocrinología . Toda su labor, junto con los trabajos del doctor Perinetti en Mendoza, fue pionera en la erradicación del bocio endémico en el país. El Instituto fue modelo hospitalario, por su atención al enfermo, por su producción científica, por la formación de médicos y paramédicos especializados y por la interrelación y la sinergia que se generó con otras instituciones del país y del extranjero.

Oñativia impulsó toda una serie de iniciativas fundamentales como la ley de Reforma del Sistema Hospitalario Nacional y de Hospitales de la Comunidad, la creación del Servicio Nacional de Agua Potable, que garantizaba la provisión de la misma a las comunidades rurales. La ley de Medicamentos (16.462 y 16.463) que le daba al medicamento un carácter de "bien Social" al servicio de la Salud Pública y de la Sociedad. Esta ley, promulgada en 1966, reglamentaba un estricto control técnico de las drogas sujetas a la experimentación humana, además del control de precios.

En 1966, regresó a Salta, desoyendo los consejos y pedidos, que entre otros le daba el propio Bernardo Houssay, quien intentó convencerlo que se quedara en Buenos Aires, para contribuir desde allí a la ciencia médica argentina. Sin embargo, prefirió volver a su provincia sin un centavo en sus bolsillos. Sus amigos, lo recibieron con el mejor homenaje que puede hacérsele a un hombre público, intachable e invalorable: se hizo una suerte de colecta para conseguirle una vivienda y un automóvil a fin de que pudiera ejercer su profesión en su tierra natal.

Fue perseguido políticamente, calumniado, y dejado cesante en el Instituto del Bocio que él había creado. Sin embargo, continuó trabajando.

Otro objetivo fue tratar de resolver los graves problemas de desnutrición que padecía la población del NOA, lo cual generaba una alta mortalidad infantil. Creó, entonces el Instituto de Investigación en Enfermedades Nutricionales, la carrera de Licenciatura en Nutrición, y de Enfermería Universitaria.

Fue profesor titular de la Cátedra de Problemas Socioeconómicos de la Región del NOA y presidió la Comisión de Factibilidad de la Universidad de Salta. Desarrolló en sus proyectos una metodología, documentó sus observaciones clínicas y epidemiológicas, las que se traducían en trabajos científicos e informes técnicos de suma relevancia para el desarrollo de políticas públicas de salud. Fue, además, miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia de Medicina de Córdoba.

Recibió innumerables premios, como el otorgado por la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires al mejor trabajo científico realizado en 1954. Obtuvo el Premio Mariano Castex entregado por la Academia Nacional de Medicina en 1970, el Premio Essex de la Sociedad Argentina de Progresos en Medicina Interna en 1975, el Premio al Mérito Distinguido del Círculo Médico de Salta en 1984, la Medalla de Oro otorgada por el Servicio Nacional de Agua Potable(SNAP) al cumplirse los veinte años de su creación.

En 1983, el 3 de abril y a los 69 años de edad, cuando se aprestaba a competir en las elecciones de octubre como candidato a gobernador por Salta, cayó abatido por su enfermedad que le costó la vida.